La comunidad educativa de C.N.S.A, mantiene en sus memorias la imagen y esencia de quien fuera por varios años unas de las personas que animó la consolidación del equipo de trabajo que conforma enseñanza media.

A cuatro años de su sensible fallecimiento, su recuerdo permanece vivo en quienes tuvieron la dicha de compartir momentos de alegría y entusiasmo por lo que más amaba, como lo era educar a través del afecto comprometido.

Una persona que conoció la entrega por su vocación, fue Isabel Aguirre quien se refiere a ella como alguien que se mantuvo “siempre con una sonrisa en su rostro, una persona que más que pertenecer a un ciclo en específico, pertenecía al Colegio manteniendo relaciones cercanas con las personas, estando siempre atenta a escuchar al otro, pues siempre se acordaba de las conversaciones que con ella sostenías”.

En su carrera como ingeniera en alimentos, el ejercicio docente apareció como una posibilidad de transmitir su autenticidad a los jóvenes y es así como Verónica Ramírez, educadora de segundo ciclo en un testimonio también cercano, la evoca como “una persona muy autentica, transparente y cercana que fue muy sencilla en su obrar.

Siendo una de las precursoras que animó la formación de la especialidad de servicios hoteleros, siempre se destacó por su esfuerzo abnegado al serviciopor los demás, tal como lo corrobora Miriam Salinas compañera de ciclo en aquel entonces, al recordarla como una docente “ muy esforzada, muy buena profesional con mucha llegada con los niños, planteando siempre ideas de consenso”. A su vez Mitzy Grandón , con quien compartió importantes momentos, plantea que fue siempre “ muy buena mama, con un gran sentido del humor ,muy sencilla en su actuar, carismática y animosa en cada tarea que realizaba”.

Miriam Elizabeth Jopia Alfaro nació el 29 de enero de 1962 en la ciudad de Coquimbo y sus estudios primarios los realizó en esta misma ciudad a la que tanto quiso. Sus estudios universitarios los cursó en la Universidad de La Serena donde estudio y recibió su título de Ingeniero en Alimentos para luego formar su familia con Eduardo Navea con quien vio crecer a sus dos hijas Pía y Magdalena.

Gonzalo Morales recuerda las clases en que fue su alumno, destacando su “entrega y motivación para que saliéramos adelante por medio del esfuerzo acompañándonos con una pedagogía alegre que reflejaba su amor por el enseñar”. En el mismo sentido Nuestra Rectora Magaly Villaseca y Janet Cortés coinciden en revivir su recuerdo como “profesional muy resiliente y optimista en el quehacer cotidiano, siendo siempre humanamente muy cercana en momentos de sufrimiento”.

Sus compañeros de enseñanza media se refieren a ella como una “gran mujer, alta y distinguida de trato afable, con humor a flor de piel, muy inteligente, soñadora, que a pesar de su sencillez llenaba los lugares con su presencia”.

A raíz de lo anterior y como una forma de agradecer su ejemplo, se realizó una sencilla pero significativa ceremonia dirigida por el Sr Nelson Jofré, haciendo la instalación de una placa con su nombre, en la que ahora será la nueva sala de profesores de enseñanza media “Miriam Jopia Alfaro”.
Miriam nos deja un día 28 de junio del año 2010, con la certeza de que lucho hasta el final, que no fue abatida por una larga enfermedad, sino que se dispuso a descansar en los brazos de nuestra buena Madre y el Padre celestial.