La Misa estuvo presidida por el Padre Rodis Christensen, quien ánimo la celebración con cantos y oraciones. Nuestros apoderados, alumnos y profesores realizaron diversas peticiones y pidieron perdón por buscar felicidad en las cosas materiales, por realizar acciones que a veces dañan a otros y por no poner oído a las necesidades de nuestro prójimo.

Significativo fue el momento en que los Hermanos de nuestra Comunidad Marista hicieron entrega, a los alumnos de cuarto medio, de la piocha distintiva de Exalumnos con la que serán parte de esta gran Familia Marista.

La Misa finalizó con la Bendición encomendada a San Marcelino Champagnat, quien en su entrega a los otros, siempre confió cada una de sus acciones a María, madre de Dios y nuestra Buena Madre. Y así, como un solo coro, cantamos a María con toda la fe puesta en esta Generación 2016 que parte a realizar sus sueños con esperanza y dedicación.

Posteriormente, los invitados se dirigieron a disfrutar de un pequeño cóctel, acompañado de cantos y bailes, en donde se realizó la entrega de las fotografías grupales e individuales a nuestros alumnos.