Durante la semana pasada, desde el SENAME Atacama se nos envía una solicitud de ayuda para apoyar a más de un centenar de usuarios, entre lactantes, niños, niñas y adolescentes, todos en riesgo social.

Rápidamente se hicieron las gestiones para coordinar la forma de concretar esta ayuda. De lo recaudado hasta ahora en la Campaña Marista, se destinaron $300.000 para la compra de agua, pañales y alimentos que se hicieron llegar a un centro proteccional residencial de la Provincia de Chañaral. Este centro atiende a niños/as y adolescentes de 0 a17 años cuyos derechos se encuentran vulnerados, mientras se realiza la evaluación psicosocial y se determina la medida más apropiada para la restitución de sus derechos. La institución se ha visto muy afectada por la catástrofe, y al igual que el resto de la población, no logran cubrir las necesidades básicas de los niños y niñas que atienden. A lo anterior se suman $180.000 reunidos por alumnos maristas de La Serena y los huevitos de Pascua preparados por voluntarios de Fundación Gesta, como un signo esperanzador en medio de la tragedia.

El Viernes Santo a las cuatro de la mañana dos profesores del Colegio, partieron rumbo a Copiapó para entregar este aporte. Acá, parte del relato de uno de ellos:
“Hablar de lo que sucede en el norte es muy complejo ya que toda aproximación, derivada de los relatos, imágenes y solicitudes urgentes de ayuda, se queda en bosquejos de una realidad abrumadora. Nuestros hermanos están viviendo un drama que sólo ellos pueden dimensionar en su real magnitud, pero que nos debe motivar a realizar gestos de ayuda desde distintas acciones. El llamado es Urgente.

No se ingresó a la ciudad ya que el acceso es muy complejo producto del barro en los caminos y la situación sanitaria (se sugiere vacunarse para entrar a la ciudad). En la entrega, la profesional del SENAME que recibió la ayuda, nos menciona que la situación es muy compleja “la ciudad está afectada por una fuerte crisis sanitaria, las alcantarillas han colapsado el día del aluvión y siguen colapsando a medida que se remueve el barro, lo que genera muchas infecciones y problemas graves de salud”.

Según el testimonio de quienes acudieron en ayuda “las necesidades son múltiples y los problemas sociales que ocasionará esta tragedia, aún no son cuantificados ni en lo monetario, estructural ni temporal. En una conversación con un profesor de una escuela especial, nos relata que “la situaciones de algunas escuelas es muy compleja, unas se inundaron con algunos centímetros de barro, pero otras tienen hasta tres metros de barro, por supuesto con pérdida total de sus instalaciones. El reinicio de clases se estima como en un mes, sin embargo, la situación sanitaria podría extender ese plazo”.

Centrándose en velar por resguardar los derechos de niños y niñas de celebrar en esta pascua de resurrección recién pasada, la campaña también se enfocó en recolectar huevitos de pascua. Es así como cada curso donó los que compartirían el día lunes pasado y fueron entregados a quienes fueron afectados en el interior del Valle de Elqui.

Como Maristas estamos presentes. Pero requerimos más apoyo para sembrar en este árido desierto.