La Biblioteca Hermano Martín Panero, fundada el 24 de septiembre de 1999, se encuentra dentro de las dependencias del Colegio Nuestra Señora de Andacollo. Los fondos para la construcción de esta obra fueron entregados a la congregación por la Fundación Carmen Goudie, y fue la arquitecta Lucía Garzón quien estuvo a cargo del diseño de la biblioteca de 545 m2.

Su nombre fue puesto en honor al Hermano Marista oriundo de Valladolid, España, que llegó a Chile tras haber sido ordenado como miembro de la Congregación. Fue docente en colegios maristas, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, publicó numerosos ensayos sobre renombrados autores, nombrado Profesor Emérito de la Facultad de Letras. Además, dictó más de 600 conferencias sobre literatura, cristianismo y lengua española en muchos centros educativos y culturales. Fue Miembro de Número de la Academia Chilena de la Lengua, condecorado con la “Orden de Isabel La Católica” y por parte del Mineduc recibió la “Orden al Mérito Cultural y Docente de Gabriela Mistral”.

La biblioteca presta servicios a niños, jóvenes y adultos de la comunidad desde sus inicios, cuenta con una colección de 15.000 volúmenes, entre los cuales se encuentran aquellos que pertenecieron a la biblioteca personal del Hermano Martín Panero, alrededor de 6.000 libros que fueron destinados a estas estanterías desde la Congregación. Dispone de amplias salas de lectura, estanterías abiertas, sala infantil, computadores y acceso a internet. Su capacidad de atención es de alrededor de 60 personas, tiene acceso con rampa, excelente iluminación y un ambiente acogedor.

Sus encargadas Karen Morán y Luisa Contreras, se encuentran dispuestas a resolver diferentes dudas y requerimientos de los asistentes. A fin de ofrecer un mejor servicio a la comunidad educativa, la biblioteca participa de proyectos CRA, que permite complementar la colección al recibir material concreto y bibliográfico para educación básica y media.
En el año 2013, la Biblioteca apadrina al Jardín Infantil Comunitario "Capullitos de los Llanos", para brindar apoyo fraterno a los niños y niñas que asisten a él, el cual se ubica en un sector próximo al establecimiento educacional.

A lo largo de los años este edificio ha sido ampliado para incorporar nuevos espacios. Su última renovación fue en 2020, que llevó a modificar totalmente la sala principal, creando un espacio más amigable, que acoge al lector y lo invita a visitarla.