Durante la conmemoración, alumnos del taller folclórico a cargo de la profesora María Teresa Bou, presentaron una muestra artística llamada “El sueño de Champagnat”, mezclando danzas y dramatizaciones. Las gimnastas de primer ciclo, a cargo de la profesora Andrea Pizarro, presentaron un hermoso cuadro de fantasía titulado “Soñando un futuro”. La interpretación musical estuvo a cargo del taller de música andina Willka Aru, dirigido por el profesor José Chirino, quienes interpretaron el tema “Entre parras y violetas”. Recordemos que con esta canción, compuesta por el propio grupo, se representará no solo a nuestro colegio sino también a la región de Coquimbo en la XXIV versión del festival escolar folclórico en la Patagonia, festival folclórico escolar que agrupa a más colegios de Chile.

Destacamos además, la distinción que se hizo en el acto a los educadores que cumplieron quince años de trabajo constante en nuestro colegio: Nolvia Carvajal, Patricia Luna, Eduardo Lobos, Carolina Pizarro, Verónica Ramírez, Patricia Romero y Juana García; también recibieron distinción, los educadores que cumplieron diez años entregando su dedicación y esfuerzo: Gloria Carmona, Carolina Montaño, Miriam Salinas, Carettza Urbina y Sebastián Vega.

Finalmente, Rector Sr. Nelson Jofré se dirigió a los asistentes recordando las palabras dichas por nuestro superior general, Emili Turu, quien nos invita a realizar tres gestos sencillos pero llenos de simbolismo “dar gracias, pedir perdón y comprometernos”. Al respecto, nuestro Rector también señaló lo siguiente: “El día sábado recién pasado, durante la visita de la Virgen de Andacollo, Monseñor Rene Rebolledo, agradecía a los hermanos maristas, por la inmensa obra que realizaron en las compañías, construir este colegio, en lo que antiguamente era un peladero. También agradecía, a nombre de la comunidad, la posibilidad de brindar a las compañías una obra de calidad para los niños, niñas y jóvenes del sector. Y ustedes ¿Por qué darían gracias? El hermano Emili También nos invita a pedir perdón, ejercicio más difícil aún, ya que al pedir perdón, bajamos nuestras barreras y nos mostramos indefensos a los ojos del quien nos mira. Sin embargo, es necesario pedir perdón, sobre todo, por aquellas veces en que, como profesores hemos abusado de nuestra condición, pasando a llevar la dignidad de nuestros estudiantes y apoderados. Posiblemente el ejercicio de pedir perdón sea, uno de los gestos más honorables del ser humano, quizás por ello, lo vamos olvidando. ¿Estarías dispuesto a pedir perdón? Y por último, nos invita a comprometernos, a ser luz del mundo, a dar vida en abundancia. No se compromete quien es incapaz de dar gracia y pedir perdón. Hoy el mundo necesita personas comprometidas, personas capaces de poner al servicio de otros, los dones que Dios nos regala. Es necesario cultivar nuestro interior para escuchar lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Queridos estudiantes. Les pido con mucho cariño, que sean capaces de valor lo que tienen, no lo material, sino qué, lo esencial de la vida, valoren la amistad, la familia, lo sencillo, siempre intenten ponerse en los zapatos del otro, caminen por la vida orgullos de ser maristas”.

De esta forma, ayer seis de Junio, nuestro colegio y todos los maristas del mundo, tuvieron un espacio para celebrar la pascua de nuestro fundador, los 200 años de la congregación. Dejando la invitación para vivir la fraternidad universal que vamos construyendo y anticipando como un don, hasta que llegue el día en que todos nos sentemos en una misma mesa a disfrutar como hermanos e hijos del mismo Padre.

Los invitamos a visitar la galería fotográfica.